(Autora: Ana Paola estudiante de astrofísica y escritora)
… debían alinear el reloj con la constelación de Orión. Con cuidado, giraron el pedestal del reloj hasta que la luz de Orión se reflejó en la arena dorada. ¡Y entonces, la arena comenzó a moverse!
Un portal de luz apareció frente a ellos, mostrando un camino hacia un lugar desconocido. «¿Estás lista para ver qué hay al otro lado?», preguntó Leo, un poco nervioso pero emocionado.
Ana tomó su mano y sonrió: «Siempre y cuando estemos juntos, ¡estamos listos para cualquier aventura!».
Juntos, dieron un paso hacia el portal, sabiendo que estaban a punto de resolver uno de los grandes misterios de la Academia Astral. El Reloj de las Estrellas había revelado su secreto, y ahora, el destino de los guardianes estaba en sus manos. (continuará)
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