(Autora. Ana Paola estudiante de astrofísica y escritora)
Cancún: donde la historia maya y el turismo se encuentran
….. viajeros de todo el mundo podían disfrutar del sol y la cultura.
Con el tiempo, Cancún creció rápidamente, atrayendo a turistas que buscaban relajarse y explorar. Pero en el corazón de esta ciudad moderna, todavía late la historia de los antiguos mayas, cuyos templos y ruinas cercanas nos recuerdan la grandeza de una civilización que dejó huella en esta tierra hermosa.
Cancún, conocido mundialmente por sus playas de arena blanca y aguas cristalinas, es mucho más que un destino turístico de lujo. En su corazón, late la esencia de una cultura ancestral que ha dejado una huella imborrable en la región: la cultura maya.
Desde sus antiguas ruinas hasta sus tradiciones vivas, la presencia maya en Cancún es palpable y enriquecedora. Uno de los lugares más emblemáticos para explorar esta herencia es el sitio arqueológico de El Rey, ubicado en la zona hotelera. Aquí, los visitantes pueden maravillarse con las estructuras mayas que aún conservan su majestuosidad y aprender sobre la historia y las costumbres de esta civilización milenaria.
Pero la experiencia no termina en las ruinas. En Cancún, muchas comunidades y pueblos cercanos ofrecen talleres, festivales y ceremonias tradicionales donde se puede conocer de cerca la cosmovisión, la gastronomía y las prácticas espirituales mayas. Participar en una ceremonia de temazcal, por ejemplo, permite conectar con las prácticas ancestrales de purificación y sanación.
Además, la artesanía maya, como textiles, cerámica y joyería, se puede encontrar en mercados locales, reflejando la creatividad y el legado cultural de sus habitantes. La gastronomía también es un puente hacia la cultura maya, con platillos tradicionales que combinan ingredientes autóctonos y técnicas ancestrales.
En definitiva, descubrir la esencia maya en Cancún es una experiencia enriquecedora que invita a conectar con una historia milenaria y a valorar la profunda relación que aún mantienen sus comunidades con sus raíces. Es una oportunidad para entender que más allá del turismo, Cancún alberga un alma cultural que merece ser explorada y respetada.
